miércoles, 13 de marzo de 2013

Por fin un poco de tranquilidad


Moi, Espanja!

Escribo esta entrada desde Verkko, el punto de información para jóvenes en el que trabajo martes y miércoles.

Por el momento, Minna, mi tutora, se está encargando de mantener informados a los jóvenes que lo necesiten sobre cómo acceder a una escuela de formación profesional. Lo hace porque, si están sin estudiar y sin trabajar, el gobierno les retira cualquier ayuda que puedan recibir, así que deben hacer algo productivo con su vida. En este caso, la idea es formarlos en alguna profesión, ya que la mayoría de los que aquí vienen son chicas y chicos que dejaron el instituto hace mucho tiempo o que están teniendo muy malas calificaciones en él y prefieren llevar su vida por otro camino en lo que a estudios se refiere.

Considero que lo que está haciendo mi tutora es una labor muy importante. En España, sinceramente, creo que nos vendrían muy bien este tipo de apoyos para las y los jóvenes, al margen de lo que se ofrece en colegios e institutos. De hecho, según me explicaron al principio, aquí la ley los obliga a tener en todos los municipios este tipo de centros.

Ayer, hablando con Minna, pude comprobar finalmente las diferencias tan grandes que hay en este sentido: primero, porque aquí es mucho más fácil formar una familia y poder sacarla adelante (tienen reducción en los impuestos, ayudas por parte de la administración, más tiempo de baja...); y, segundo, porque son conscientes de que los jóvenes son el futuro del país y, por lo tanto, se preocupan de cuidarlos. Lo mismito que en mi tierra natal, vamos. Pero esto ya lo explicaré en otra entrada.

Cambiando de tema, os cuento que esta semana está siendo muy tranquila y, teniendo en cuenta el ritmo que hemos seguido hasta ahora, lo agradezco. El sábado fuimos a ver un partido de ice-hockey del SaiPa contra un equipo de Helsinki y me encantó. Además de que es muy entretenido, me pareció alucinante lo bestias que eran unos con otros y que, aun así, no eran unos quejicas. Igual que en el fútbol, que parece que están hechos de cristal los señores. Y, bueno, la música que ponían durante el partido era una pasada: la inmensa mayoría eran grupos de rock que me encantan. Después de eso, salimos a tomar algo y acabamos llegando al día siguiente a casa a las tres de la tarde. Lo que en jerga española  viene siendo un “me lié”, vamos. Así que, obviamente, prefería que esta semana fuese tranquila.

También os cuento que todos los días aprovecho para estudiar finés y, poco a poco, voy haciendo mis progresos (aunque por ahora estoy estudiándolo por mi cuenta, porque aún no nos han encontrado profesor). Me alegra ver que cada vez cojo más cosas en las conversaciones y, muchas veces, aunque sea a grandes rasgos, me entero de lo que están hablando.

El sábado tengo que ir a Monari por la tarde, porque hay un festival de bandas de la ciudad. Ya os contaré qué tal.

Un abrazo.

P. D.: Minna me ha regalado unos guantes que ha hecho especialmente para mí. De hecho, me "engañó" para que yo escogiese la lana con la que los iba a hacer (me dijo que no sabía cuál coger y que cuál me gustaba más a mí) y ayer me los trajo. Ya os digo que aquí me tienen como a una reina.

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