jueves, 21 de marzo de 2013

Aurora Boreal

     Pensaba que al final no iba a ser posible, pero sí: el domingo por la noche tuve la gran suerte de poder ver una aurora boreal. Me considero muy afortunada, porque, por lo que me dijeron, en Lappeenranta llevaban sin verse unos quince años. Además, fue algo que no me esperaba.

     Sobre las ocho de la tarde, mi tutora, Minna, me envió un mensaje a Facebook para decirme que acababa de ver una, pero lo leí como media hora después, así que pensaba que ya no podría verla; pero no perdí la esperanza. Me quedé entre la cocina y mi habitación, dejando esta última a mi espalda, con la luz apagada, mientras hablaba con un amigo por Internet para contarle lo que acababa de pasar.

     No sé por qué me dio por girarme justo en ese momento y mirar por la ventana de mi habitación, después de que ya habían pasado casi dos horas desde que se vio, pero ahí estaba: como un halo blanquecino en el cielo, muy tenue, mi primera aurora boreal. Fui corriendo hasta allí y me quedé mirándola, esperando ver ese movimiento ondulante tan característico que tienen, aunque por entonces se parecía más bien a una nube. Llamé a Dani para que viniese a verlo y me confirmase si era lo que parecía. Y sí: era una aurora boreal. Os podéis hacer una idea de lo que sentí al verla, porque pensaba que ya no iba a poder. Hasta me puse a saltar y a gritar de la alegría.

     Poco a poco fue ganando intensidad, pero seguía siendo insuficiente para que se viese algo en condiciones en las fotos. En cualquier caso, yo estaba feliz por haberla visto. Y fueron diez minutos lo que duró.

Obviamente, corrí a contárselo a los amigos y familiares que vi conectados a Internet en ese momento y, como no podia ser de otra forma, todos me pidieron que subiese alguna foto. Y a ello me puse.

     Lo que no me podia esperar mientras estaba en esas es que iba a tener otra oportunidad de verla: una segunda aurora boreal, verde, mucho más brillante que la anterior. Se podía ver perfectamente de dónde venía y hacia dónde iba. Y, cómo no, podías observar su movimiento: imaginaos un hilo ondulado, verde brillante, que recorre el cielo serpenteando y algo así como un velo que pende de él. Eso es lo que vi. Venía desde el oeste, pasaba por encima de nosotros y se perdía por el este. Entonces sí pude hacer alguna foto en condiciones, teniendo en cuenta la calidad de mi cámara, que es una pena. Y esta duró bastante más tiempo (como media hora, más o menos).

     Aquí os dejo unas imágenes, aunque no se acercan siquiera un poco a lo impresionante y lo bonito que es verla en realidad. Sobre todo cuando ya no lo esperabas.

Esta es la primera foto que hice de la segunda aurora boreal, viniendo del este

Viniendo del este 

Yendo hacia el oeste

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     Siento la calidad de las imágenes, pero es que mi cámara no daba para más. Espero que os hayan gustado y que os podáis hacer una idea de lo que vimos

     Un saludo.


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